Los representantes de la Presidencia portuguesa del Consejo, del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea alcanzaron ayer por la noche un acuerdo provisional sobre la revisión de la directiva que establece las condiciones de entrada y residencia para los y las nacionales de terceros países altamente cualificados que quieran trabajar a la UE, conocida como Tarjeta Azul. “La ‘Blue Card’ europea es un claro indicador de que, en paralelo al combate de la inmigración ilegal, la UE tiene la firme voluntad de trabajar a favor de una migración legal, habilitando canales que la hagan posible”, ha señalado Javier Moreno, presidente de la Delegación Socialista Española en la Eurocámara y ponente del informe que revisa la Directiva de la Tarjeta Azul.
El nuevo sistema introducirá reglas para atraer trabajadores y trabajadoras altamente cualificados a la Unión, incluyendo condiciones de admisión más flexibles, derechos mejorados y la posibilidad de moverse y trabajar fácilmente entre los Estados miembros de la UE. «Con las reglas revisadas, hemos negociado un esquema más atractivo y viable tanto para los nacionales de terceros países cualificados, como para los empleadores, pero también procedimientos más simples para que las administraciones nacionales puedan aprovechar al máximo la migración legal», asegura el eurodiputado.
Este instrumento ayudará a mantener el crecimiento económico, responderá a las necesidades del mercado laboral y aumentará la productividad para permitir que la Unión salga más fuerte de esta pandemia. Para el dirigente socialista, es fundamental que la UE muestre más determinación política en lo que respecta a la inmigración legal, y la Tarjeta Azul “pone el foco no solo en atraer talento y conocimiento, sobre todo en un momento excepcional como éste, en el que se requiere personal cualificado en sectores como la investigación o la sanidad, sino que también puede contribuir a enriquecer formativa y económicamente a esos terceros países si, una vez finalizados los contratos de trabajo, estos profesionales deciden volver a sus países de origen”.
El nuevo esquema introducirá los siguientes cambios:
- Requisitos flexibles: para optar a una Tarjeta Azul de la UE, el umbral salarial se reducirá a entre 1 y 1,6 veces el salario bruto anual promedio, haciéndolo más accesible para más personas. La duración mínima de un contrato de trabajo también será de 6 meses.
- Cualificaciones y equivalencia de competencias: las nuevas normas facilitarán el reconocimiento de competencias profesionales para ocupaciones en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación.
- Más flexibilidad para cambiar de puesto o de trabajo: después de los primeros 12 meses, los titulares de la Tarjeta Azul solo necesitarán realizar una nueva prueba del mercado laboral si desean cambiar de puesto o de empleador.
- Los beneficiarios de protección internacional altamente cualificados podrán solicitar una Tarjeta Azul.
- Reagrupación familiar: para atraer y retener a trabajadores altamente cualificados de fuera de la UE, los familiares de los titulares de la Tarjeta Azul podrán acompañarlos y acceder al mercado laboral europeo.
- Movilidad dentro de la UE: los titulares de la Tarjeta Azul y los miembros de su familia podrán trasladarse a un segundo Estado miembro después de 12 meses de empleo en el primer Estado miembro.
- Nuestro compromiso de no mermar la mano de obra en sectores clave en países en vías de desarrollo.
El acuerdo es un elemento clave del Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, “que nos permitirá normalizar nuestra política migratoria”, señala Moreno. Este acuerdo político provisional está sujeto a la aprobación del Consejo y el Parlamento Europeo antes de pasar por el procedimiento de adopción formal.