La eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero ha reivindicado hoy durante su intervención en el Public Forum de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebra en Ginebra, la inclusión de capítulos de Desarrollo Sostenible en todos los acuerdos comerciales, vinculantes y ejecutables, “para lograr una globalización más justa e inclusiva que no deje a nadie al margen”.
La también portavoz de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo ha recordado que, en los últimos 15 años, la mundialización del comercio “se ha acelerado y ha permitido crear riqueza y desarrollo, pero también ciertas externalidades negativas que urge corregir con un comercio basado en reglas más justas e inclusivas”
En este sentido y durante su intervención en el panel de la OMC, Rodríguez-Piñero ha recordado que los acuerdos comerciales “no deberían centrase exclusivamente en mejorar el acceso a los mercados, sino también en crear las reglas y condiciones adecuadas para desarrollar un comercio justo”, por lo que ha hecho un llamamiento “para incorporar en todos los nuevos acuerdos comerciales capítulos de Desarrollo Sostenible con la misma importancia que se incorporan los capítulos relativos a suprimir barreras al comercio”
“Más del 80% de los acuerdos comerciales firmados a partir de 2013 incluyen disposiciones sociales, laborales y medioambientales, aunque su aplicabilidad aún deja mucho que desear, pero el número de acuerdos de libre comercio que no incluyen disposiciones laborales -290- es todavía muy superior al número de acuerdos que sí que las incluyen, 195”, ha apuntado la eurodiputada socialista.
Comercio sin Tortura y Protección de Especies Amenazadas
Al margen de la inclusión de capítulos de Desarrollo Sostenible, Rodríguez-Piñero también se ha referido a la Alianza Mundial para el Comercio sin Tortura, impulsada por la UE, Argentina y Mongolia, y con la que se pretende acabar con el comercio de “artículos destinados a infligir dolor, sufrimiento o incluso la muerte”. Una alianza que ya cuenta con el respaldo de más de 60 países de cuatro continentes y a la que la eurodiputada ha animado a “sumarse para dificultar, todavía más, la comercialización de estos productos”.
Además, también ha apuntado como “experiencia alentadora” la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, que es la encargada de velar por que el comercio internacional no ponga en peligro su supervivencia “y está permitiendo la protección de decenas de especies amenazadas de animales y plantas en los acuerdos firmados por más de 183 países”.