La presidenta de los Socialistas y Demócratas, Iratxe García, ha apostado por “responder con solidaridad y unidad” frente a la actitud de aquellos Estados que “estarían tratando de incumplir el mecanismo para la adquisición centralizada de vacunas liderada por la Comisión Europea”. “No podemos permitir que el nacionalismo sanitario amenace con agrietar el espíritu de cooperación con el que pusimos en pie la estrategia europea de vacunación”, ha dicho durante su intervención en el Pleno de la Eurocámara.
Iratxe García ha recordado que gracias a este esquema centralizado, “hemos adquirido hasta 2.300 millones de dosis de seis compañías diferentes”, lo que ningún Estado “por sí solo jamás hubiera podido recibir”. “Si mantenemos la unidad y garantizamos una distribución equitativa, la UE podría inmunizar antes del verano a 380 millones de ciudadanos y ciudadanas”, ha dicho, Además ha reclamado una respuesta “igualmente ambiciosa más allá de nuestras fronteras a través del consorcio COVAX, un imperativo humanitario, y una oportunidad para demostrar nuestro valor como socios».
La presidenta del S&D ha solicitado a la Comisión la máxima transparencia en el cumplimiento de la estrategia de vacunación, “imprescindible para luchar contra la desinformación y transmitir la confianza que la ciudadanía necesita”.
En esta cuestión ha insistido también el eurodiputado Nicolás González Casares, que ha pedido que la estrategia de vacunación se lleve a cabo “con transparencia, sin atajos”. “Solo hemos podido ver uno de los contratos, y eso no es aceptable”, ha dicho. Sobre el pasaporte vacunal, ha señalado que debe ser “para toda la Unión Europea, alternativo a la prueba de PCR y cuando haya un aceptable nivel de inmunización”.
Por su parte, la eurodiputada Mónica Silvana González se ha preguntado “qué pasará con las personas que viven en los países en desarrollo, que no recibirán la vacuna hasta 2022”, y ha denunciado que “los países más ricos han acaparado las vacunas, cuando solo representan el 13% de la población mundial”. “Los 500 millones aportados a la iniciativa COVAX son escasos para actuar como un actor global”, ha dicho. “Necesitamos urgentemente más productores fabricando la vacuna en los países de renta y baja, y facilitarles el acceso al conocimiento”.