La eurodiputada socialista Adriana Maldonado, miembro de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor en la Eurocámara, ha celebrado la aprobación de la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es actualizar la Directiva de comercio electrónico. «Se trata de una Directiva aprobada en el año 2000 y ya no está adaptada a la realidad», ha subrayado Maldonado. «Google se fundó en 1998 y plataformas como Facebook ni siquiera existían, pero hoy forman parte de nuestro día a día y, por tanto, es fundamental actualizar una ley que tiene más de 20 años”, ha señalado.
El nuevo marco normativo, apunta la eurodiputada, “garantizará que los derechos fundamentales y los derechos de consumidores y usuarios estén protegidos en la era digital”. El objetivo es «asegurar la igualdad de condiciones para todo tipo de empresas y plataformas, con un enfoque basado en la confianza, la capacidad de elección y un alto nivel de protección que integre plenamente las preocupaciones de los usuarios, consumidores y pymes”, ha remarcado.
“Exigimos que lo que es ilegal offline también sea ilegal online”, destaca Maldonado, que explica que «el consumidor no puede tener distintas garantías en función de dónde haya comprado el producto». En esta línea, el informe establece medidas para proteger al consumidor cuando se produce la venta y distribución de productos ilegales o inseguros que no cumplen con las normas de seguridad.
Bajo el principio “conozca a su cliente comercial”, se requerirá que las plataformas controlen y detengan a las empresas fraudulentas que utilizan sus servicios para vender productos y contenido ilegales e inseguros. Esta medida, argumenta la eurodiputada, “ayudará a abordar una parte del problema que supone la desinformación, el contenido engañoso o ilegal y la venta de productos falsos e inseguros en línea”.
Asimismo, la reforma también beneficia a las PYMES y las start-ups. “Las grandes plataformas online tienen mucho control sobre el mercado, y con la aplicación de normas ex ante conseguiremos identificar prácticas desleales y facilitar el acceso al mercado a pymes y start-ups en igualdad de condiciones”, resalta Maldonado.
Además, por primera vez se amplía el ámbito de aplicación a terceros países. A partir de ahora, estas normas comunitarias “deberán ser respetadas por empresas establecidas fuera de la Unión Europea pero que operen dentro de nuestro mercado y vendan sus productos u ofrezcan sus servicios a nuestros consumidores y usuarios europeos”.
La aprobación de la DSA también incluye disposiciones más estrictas para evitar prácticas publicitarias nocivas, sistemas recomendados de publicidad y trato preferencial. Además, los consumidores deberán estar siempre informados si algún sistema de inteligencia artificial habilita sus servicios, con el objetivo de poner fin a las prácticas de manipulación que focalicen a las personas en función de su edad, sexo, religión, orientación sexual, el color de su piel, o simplemente porque han sido identificados por algoritmos como «inseguros», «vulnerables» o «sin valor».
«Con la aprobación de esta iniciativa legislativa, el Parlamento marca una posición clara y ambiciosa respecto a las nuevas normas que deben cumplir todas las plataformas» ha concluido la eurodiputada.